Observa los iconos de aviso de las notificaciones en redes sociales. Habiendo tanta gama de colores para elegir, ¿por qué todas escogieron el color rojo para avisarte de que tienes alguna notificación? ¿Es casualidad o existe alguna razón que lo explique? Los colores no sólo son recursos decorativos. Aprender cómo manejar los colores en la comunicación aporta mayor impacto y te acerca a lograr los objetivos que persigues.

EL CURIOSO TRABAJO DE LAS NEURONAS

Hubo un neurocientífico llamado CONWAY que dedicó mucho tiempo de investigación a analizar cómo procesa nuestro cerebro los estímulos de color que recibe. Utilizando un escáner cerebral descubrió que tenemos grupos de neuronas específicamente orientados a detectar y procesar colores, pero también descubrió que esos «equipos de trabajo» no son homogéneos; el grupo que se encarga de procesar el rojo es de mayor tamaño que el que procesa el verde. El del verde, mayor que el del azul, y el del azul mayor que el del amarillo. ¿Será por eso que el rojo nos resulta más llamativo y capta mucho mejor la atención que cualquier otro color? Seguramente.

PORQUÉ ES IMPORTANTE EL COLOR PARA EL CEREBRO

Las ondas de luz reflejadas en los objetos son captadas por la vista y procesadas por el cerebro. A cada tonalidad le asignamos un nombre (es un convencionalismo, porque realmente el color no existe como tal) y así queda registrado en nuestra memoria para su uso posterior. Ahora imagínate que quieres encontrar un tomate en la nevera. El cerebro utiliza el color a modo de escáner para localizarlo rápidamente. Dado que aprendió que el tomate es rojo, a golpe de vista descarta todos los objetos que no se correspondan con ese color y pone la atención sólo en aquellos otros que sí coincidan con lo que está buscando. ¿Te imaginas que esto no fuera así? ¿Te imaginas lo que tardaríamos en encontrar cualquier cosa si tuviéramos que buscarla por la forma y hubiera que repasar una por una todas ellas hasta localizarla? El color simplifica la tarea porque aporta la primera criba de descarte. 

ASOCIAMOS COLORES CON CONCEPTOS

Siendo bebés descubrimos el rango de tonalidades y aprendemos a asignarles un nombre a cada una de ellas (rojo, amarillo, lila, marrón…) y unos atributos concretos, que en el futuro usaremos para clasificar objetos y sacar conclusiones de modo rápido y automático, sin pensar mucho. Usé el ejemplo del rojo y el tomate, pero  también nos enseñaron a asociar el rojo con el amor a fuerza habernos inculcado el uso de corazoncitos rojos en nuestros mensajes hacia nuestra pareja. Es aquí en donde los colores cobran significado y nos acompañan durante toda la vida. Pondré algunos ejemplos de asociaciones automáticas que hacemos de modo totalmente inconsciente: 

El rojo y el amarillo son colores de advertencia, de peligro, aunque el amarillo también transmite energía y optimismo, igual que el naranja. El negro es un color que se asocia con la calidad (¿te das cuenta que los productos «gourmet» van envasados en negro con letras doradas?), el blanco es minimalista y se asocia con la tecnología, el vanguardismo (véase el manejo que hace Apple del blanco), el azul transmite paz y tranquilidad y es usado en asuntos que tienen que ver con temas de salud, por ejemplo. El verde lo asociamos con lo natural, lo ecológico, y funciona para productos y servicios que tienen que ver con la comida, igual que el marrón. Y así con todo.

APLICACIÓN PRÁCTICA

Dos son las conclusiones que deberías haber sacado de cómo manejar los colores en la comunicación:

Primera.- con el manejo adecuado de los colores podemos captar la atención. ¿Por qué al estudiar, remarcas con un rotulador fosforescente las palabras más importantes? Lo haces porque sabe que cuando tu vista se vuelva a posar en el texto, va a captar en primer lugar todas aquellas cosas de color que contrastan con el fondo blanco del papel, y el cerebro va a poner atención en ellas. Pues esa es una buena práctica que debes seguir aplicando en los documentos, aunque con un cierto sentido común y sin abusar; recuerda que hay distinto número de neuronas dedicadas a algunos colores y eso provoca que unos resulten más llamativos que otros. Aunque cualquier color tiene la capacidad de captar la atención por contraste, en «puntos calientes» va mejor usar un amarillo, un rojo o un verde, que otro color más apagado. Botones «call to action» u ofertas son lugares de mucho interés para el uso del rojo. 

Segunda.- es muy interesante alinear lo que queremos transmitir con su correspondiente color. Por ejemplo, si tu negocio se dedica al desarrollo personal, los colores naranja y amarillo refuerzan ese concepto porque se asocian con optimismo y energía; el cerebro ya lo hace automáticamente por aprendizaje acumulado. Si te dedicas al ámbito de la salud, el color que ayuda a reforzar tu mensaje es el azul y su gama más cercana. Así con todo; lo arriesgado es generar contrastes que provoquen contradicción a tu cerebro entre lo que ve y lo que tiene aprendido; esas incoherencias no le pasan desapercibidas al cerebro inconsciente, son rápidamente detectadas y provocan choques desagradables. Por ejemplo, vender productos ecológicos usando de fondo el color rojo es algo que contradice la lógica de los colores; el cerebro no asocia el rojo con la ecología y si tú usas este color para tus mensajes, no estás facilitando el entendimiento del concepto de ecología que quieres transmitir. 

VISUAL SALES

Feliz día !!!

Ja