Y no tanto por el riesgo que pueda tener el emprendimiento, que no es nada diferente al que siempre existió. Diría más; en plena era del conocimiento tenemos a nuestra disposición cientos de herramientas y metodologías que contribuyen de modo decidido a minimizar los riesgos, tales como el método CANVAS (adaptación PyMES) que tanto usamos desde esta consultora para simular escenarios, prever contingencias y anticiparse a sus consecuencias. Podemos decir, por lo tanto, que incluso los riesgos son menores que en el pasado porque todo este avance en conocimiento nos ayuda a tomar decisiones más acertadas.

La cuestión que valentía que les mencionaba en el título tiene que ver con hacer frente a los mensajes negativos de las personas que nos rodean. El emprendedor, que duda cabe, tiene un proyecto de vida en la mente y una ilusión de futuro por la que quiere apostar. Es la energía «emocional» que enciende el motor para la acción, pero las personas que nos rodean a las que vamos a contar nuestra idea para que nos den su opinión, carecen de esa «gasolina» y, por ello, suelen basar sus argumentos en los aspectos negativos a fin de protegernos y evitar que corramos lo que ellos llamarían, «riesgos innecesarios». Para vencer todo este bombardeo constante de mensajes orientados a hacernos desistir, es para lo que necesitamos ser valientes.

Y no estoy diciendo con esto que nos cerremos a conocer la parte negativa que todo proyecto pueda tener. Lo que quiero transmitirles es que no vale cualquier persona para asesorarnos, porque aquellas que no sepan ponerse en el rol del soñador serán incapaces de entender la pasión que fluye por dentro de quien quiere emprender y no sabrán dar consejos en el punto justo, esto es, equilibrando riesgos y beneficios y apoyando al emprendedor para anticiparse a los primeros.

Resumiendo; a todos aquellos que hayan tomado la iniciativa de emprender y ya hayan vencido esa batalla, mi más sincera enhorabuena. Están demostrando tener las dosis de valentía que se requiere para sacar adelante una empresa. Ahora solo les queda centrarse en la parte «técnica», es decir, en profundizar en el conocimiento de las técnicas y herramientas que les van a ayudar a controlar y minimizar los riesgos de su decisión. Se puede hacer, no lo duden. Miles de personas lo demuestran día a día.

Firmado: JJRomero